Equipo de Argentina campeón del Sudamericano de 1921. |
ANÉCDOTAS DURANTE ESTE PERIODO
ÚLTIMO CONVOCADO
En el mundo del fútbol, no son raras
las ocasiones en que ciertos
jugadores, previo a la disputa de
algún campeonato, reciben la ansiada
convocatoria de su seleccionado en el
último momento. A ninguno que
tenga relación con este deporte nos resulta extraño que los Directores
Técnicos, especialmente por
imprevistos, echen mano de alguna
“carta escondida” e incluso, por
aquellas cosas del balompié, muchas
veces estos convidados resultan ser
pieza determinante dentro del
equipo. Sin embargo, el caso del
jugador argentino José Durand
Laguna (mejor conocido como José
Laguna) llevó esta situación a límites
extremos. El 10 de Julio de 1916, en el
sudamericano organizado en
Argentina, se enfrentaban, en el
estadio de Gimnasia y Esgrima de
Buenos Aires, el seleccionado local
frente a Brasil, cuando la temprana lesión de un jugador argentino hizo
que, literalmente, los rioplatenses se
“rebuscaran” un reemplazo. Resulta
que Laguna, por entonces jugador y
estrella del club Huracán, se
encontraba dentro del grupo de
espectadores que observaban el
encuentro. Semejante oportunidad
no fue desaprovechada por los
albicelestes quienes allí mismo
“convocaron” al futbolista. Hay que
destacar que Laguna, que se sepa,
tampoco tuvo ningún reparo en
cuanto al escaso tiempo de
preparación, ni pidió un margen de
adaptación con el grupo para asimilar
los conceptos tácticos y menos expresó nada en lo concerniente al
arreglo de premios con su
representante, así es que bajó de
manera inmediata al camerino
albiceleste, se vistió de cortos y saltó
al terreno de juego. No conforme con
todo lo anterior, Laguna fue figura en
el encuentro y el autor del único gol
argentino aquella tarde, en el que el
compromiso se liquidó con empate a
un gol. Como colofón hay que decir
que, tal vez acostumbrado a las
inesperadas oportunidades que
ofrece la vida, Laguna, además del
crack referente de su club en aquella
época, fue Director Técnico de
Huracán, posteriormente de la selección Paraguaya y, por si fuera
poco, con el paso de los años terminó
como presidente del equipo de sus
amores. Hombre polifacético, sin
duda.
HOMBRES DE NEGRO
Y de otros colores. Porque en el año
1916 y ante la ausencia de árbitros,
para impartir justicia en el campo de
juego del primer campeonato
sudamericano, se recurrió a la
participación del Director Técnico del
seleccionado chileno, Carlos Fanta, y
el jugador de la selección brasileña,
Sidney Pullen. En honor a la verdad, la nómina completa de referees no fue
muy amplia y constaba tan solo de
cuatro integrantes, incluidos los
mencionados personajes. Ya en el
plano netamente arbitral, Pullen
dirigió un solo partido, en el que
Argentina derrotó por 6 goles a 1 a
Chile, el equipo orientado
tácticamente por su colega de negro,
mientras que Fanta hizo lo propio en
los tres últimos encuentros del
certamen, dos de ellos con Pullen
cumpliendo su rol de jugador:
Argentina – Brasil (1:1), Uruguay –
Brasil (2:1) y el compromiso final
entre Argentina y Uruguay, que
culminaría con empate a cero. Si tenemos en cuenta que se disputaron
un total de seis encuentros en aquel
campeonato, podemos decir que la
participación de Fanta y Pullen fue
muy amplia, sin que se produjeran
suspicacias respecto al posible
conflicto de intereses, ni se generara
duda ninguna respecto a la buena fe
de estos actores de primer orden en
su doble papel. Como dato adicional,
hay que decir que Pullen no era
brasileño de nacimiento, era inglés y,
hasta la fecha, es el único jugador
extranjero que ha hecho parte de la
selección nacional de Brasil.
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